Tuvieron que pasar todas las olas del mundo, todas las horas de todas las vidas del mundo para encontrarnos. Tuvimos que leer todos los versos, escuchar todas las canciones, aguantar todos los discursos del mundo para tocar por fin la poesía. Somos el efecto dominó de los efectos dominó que forman el hilo en el que nos abrazamos.
Lugar: Matalascañas – España